DEJAR IR





Ave maría si nos cuesta!! , nos cuesta soltar, dejar ir, desapegarse y salir de la zona del confort. Es mas fácil sacar excusas, quedarse quieto y seguir viviendo algo que ya conoces. Recreamos nuestra realidad en una ciudad caminando por calles conocidas rodeados de gente familiar, nos proyectamos en esta realidad somos nuestro trabajo, somos nuestra profesión y nos convertimos en una figura más entre muchas.

Es fácil acostumbrase existen razones, hay luchas, muchos tenemos lesiones y  pruebas que parecen ser más difíciles que otras, cuando pasamos esas pruebas y conseguimos crear una realidad acogedora nos acostumbramos a ella. Pero, … Luego viene el alma y se pregunta y eso es todo??
Al alma le da sed, y es que el mundo no es solo un par de calles, esas que recorremos todos los días rumbo al trabajo, el mundo nuestro mundo no es solo un papá y una mamá en casa, unos hijos…. El mundo va más allá, pequeño y grande a la vez, incierto y bello.

Generaciones atrás nos enseñaron que quedarse quieto era mejor que embarcarse en una aventura, tal vez por miedo, tal vez por que la mejor razón para quedarse quieto era la palabra seguridad. Y es que si estamos de paso para que queremos seguridad, sembrarnos como si fuéramos árboles, de niños nos gustaba explorar, por que no rescatar esa virtud de querer conocer y crecer en otras geografías y de soñar con crear una realidad en otros panoramas.

Quizás la generación de antes era la generación del miedo,  la de hoy quizás le toque ser la generación del descubrimiento y vendrán muchas otras y pondrán su sello personal espero que con más alas y ganas de volar. Antes … era :  estudia, consigue un trabajo, cásate y ten hijos, Ahora a muchos se nos ha dado por explorar y damos gracias a Dios por permitirnos escapar a nutrir nuestra vida con experiencias diferentes que nos hagan crecer, madurar y echarle una moneda más de oro al tesoro del aprendizaje.

Quedarse quieto  y plasmarte cual fotografía a la realidad actual es fácil, miedo da dejar toda una rutina atrás para embarcarse en nuevos caminos, pidiéndole al universo que te permita ser tú mismo, ser tú con tu luz esparciéndola por miles de caminos.

Y es que así como sueñas y pides con toda fuerza para ver la realidad de lo soñado, hay tantas ganas de seguir, vivir la aventura, avistar nuevas tierras que solo puedes tener fe, una fe entrañable que se enraizó en ti y que no pretende irse a ningún lugar.

Sacudirse y darse la oportunidad de vivir cosas diferentes.

Dania Guerrero






Comentarios

Unknown dijo…
Muy bueno... Exelentes palabras

Curas Astrales